La Asociación por la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL) y la Asociación Conservacionista La Manada denunciaron el pasado mes de diciembre ante la Fiscalía Superior de Medio Ambiente irregularidades que la Junta de Castilla y León comete contra el lobo.
Ambas asociaciones ven positivo que la Fiscalía Superior de Medio Ambiente haya abierto Diligencias Informativas para investigar a la Junta de Castilla y León por sus políticas contra el lobo, al tratarse de una especie clave para los ecosistemas y protegida por normativa europea y nacional.
La denuncia interpuesta por ambas asociaciones se centra en el Plan de aprovechamiento cinegético del lobo para los terrenos situados al norte del río Duero, carentes de criterio científico, en el uso de métodos no legales para la caza del lobo y en los controles de población que la Junta de Castilla y León realizó al sur del río Duero por presiones del sector ganadero, en donde se mataron 6 lobos durante el año 2015.
Tanto ASCEL como La Manada lamentan que la Junta de Castilla y León autorice controles de población al sur del río Duero en donde la especie está protegida por normativa europea, incluso en época reproductora como recientemente vimos el pasado día 8 de marzo en donde se dio muerte a un lobo en la provincia de Ávila.
En lo que llevamos de año, la Junta de Castilla y León ya ha dado muerte a tres lobos al sur del río Duero, uno por mes, y tiene autorizado la muerte de dos lobos más en la provincia de Salamanca, lo que sin duda afectará al estado de conservación de la especie al encontrarnos en plena época reproductiva, contraviniendo lo preceptuado en las excepciones de la Directiva de Habitats de la Unión Europea.
Critican además que la Junta de Castilla y León quiera volver a solicitar a la UE que el lobo sea especie cinegética al sur del río Duero (ejemplo), cuando debería estar protegido en toda la Península.