Hace poco me preguntaron cual fue el primer lobo, y dicha pregunta ha suscitado el presente artÃculo en el que pretendo buscar cuál fue ese primer lobo que dio origen a las distintas subespecies de lobos actuales, en las que incluimos al perro.
Los Myacis surgen aproximadamente hace unos 70 millones de años, que son el origen de la orden carnÃvora de las especies actuales, y que se caracterizan por tener, tanto en la mandÃbula inferior, como en la superior, con 6 incisivos y 2 caninos (colmillos). Su origen se sitúa en la actual América del Norte, en la época conocida como Oligoceno, dentro del periodo Terciario.
Del Myacis pasamos al Cynodictis que vivió presuntamente hace unos 40 millones de años en Europa y Asia aunque también hay constancia de su presencia en Norte América. Se trataba de un pequeño mamÃfero trepador.
El Cynodictis fue evolucionando en distintas especies como el Cymodesmus, hasta dar lugar a la base de los cánidos actuales.
El Cymodesmus evolucionó en el Tomarctus, en la época del Mioceno Temprano, habitó en América del Norte, y su aspecto ya era muy similar al del lobo o el coyote (incluso recuerda más a un pastor alemán).
El Eucyon aparecerÃa hace unos 6 millones de años aproximadamente, siendo la base de los cánidos actuales. Tras atravesar el Estrecho de Bering, evolucionarÃa en Eurasia en otras especies, entre ellas el primer lobo, o lobo primigenio.
Hasta aquÃ, más o menos es conocido por todos este origen del lobo, pero la pregunta que nos hacemos, ¿cómo fueron esos primeros lobos?
En el Pleistoceno tenemos constancia de la existencia del Canis dirus, o lobo gigante. Este lobo no es realmente un lobo, ni tampoco tenÃa unas proporciones gigantescas, ya que por los restos óseos encontrados, se piensa que pesarÃa unos 80 kilos, un peso muy similar al de los lobos grises actuales de Norte América. Su área de distribución se extendió desde la Pampa argentina hasta Norte América. Su origen podrÃa estar o bien en el Tomarctus o bien en el Eucyon aunque no hemos encontrado documentación en ese sentido que afirme uno u otro origen, lo que si tenemos claros es que a pesar de su aspecto, no era un lobo.
En el Pleistoceno tardÃo, hace 300.000 años, los lobos grises (Canis lupus) regresaron a Norteamérica desde Eurasia por el puente de tierra que comunicaba entonces el Estrecho de Bering. Hace 100.000 años los lobos terribles hicieron lo mismo desde Suramérica, y aparentemente no hubo competencia entre ambas especies, ya que probablemente explotaban nichos ecológicos distintos. Los lobos gigantes comenzaron a declinar hace 16.000 años, a medida que se producÃan los cambios climáticos de la última glaciación y el ser humano se extendÃa por América. Esta suma de factores redujo el número de grandes herbÃvoros en  América, como el bisonte estepario, el camello, el mamut, el mastodonte, el megaterio o el caballo americano de los que se alimentaban preferentemente los lobos gigantes. Se extinguieron  probablemente hace 10.000 años, como el resto de la megafaunaamericana. No obstante, algunos hallazgos fósiles realizados en Arkansas indican que pudieron vivir en las montañas Ozark hasta hace sólo 4000 años (fuente).
Como se puede observar, este cánido ya presenta un aspecto muy similar al de los actuales lobos de Norte América, aunque sus patas eran más pequeñas, por lo que no correrÃan mucho. El morro era largo y las mandÃbulas potentes, con dientes gruesos y fuertes capaces de triturar huesos. Todo esto indica que cazaba animales poco ágiles, heridos o enfermos, y que con frecuencia se alimentaba de carroña. El nicho que ocupaba en las praderas y estepas norteamericanas de la era glacial era similar al que las hienas tenÃan en otros continentes.
¿Y en Europa?
Como hemos comentado antes, el Eucyon llegó a Eurasia desde el Norte de América y fue allà en donde evolucionó hasta convertirse en el primer lobo (Canis lupus lupus) hace más de 300.000 años. Además, suponemos que no solo evolucionó en el lobo, ya que tenemos constancia de la existencia de dos cánidos, el Canis etruscus y el Canis falconery, en el Plioceno, ambas especies tuvieron presencia en la PenÃnsula Ibérica.
Posteriormente, tenemos referencias a lo que ya serÃan lobos (género Canis lupus) Canis lupus mosbachensis que habitó en el Pleistoceno y de la existencia, por los restos encontrados en Ambrona, Soria, de la que podrÃa ser otra subespecie ya extinguida, Canis lupus ambronensis, cuya morfologÃa era muy similar al de los lobos de la PenÃnsula Ibérica
Asia parece tener un origen común al de Europa, y las actuales subespecies son debido al aislamiento con las poblaciones europeas. Quizás lo más reseñable sea la existencia del Canis lupus hodophilax, que habitó en la Isla de Japón hasta 1905, cuando murió el último ejemplar.
Nota: ante la variedad de documentos consultados, es probable que haya imprecisiones relativas a las épocas de las especies comentadas, por lo que agradecerÃa a cualquiera que pudiera aportar información más precisa