Los «depredadores de emboscada» proporcionan señales de riesgo de depredación más fuertes comparadas con «depredadores a la carrera», y se cree que ejercen más influencia en el comportamiento de sus presas. Estudiamos mediante cámaras trampa las respuestas anti-depredador de los ungulados a una señal olfativa (excremento reciente) de un depredador de emboscada, el lince eurasiático (Lynx lynx). El corzo (Capreolus capreolus) y el ciervo rojo (Cervus elaphus), ambos presas importantes para el lince, no estuvieron más vigilantes mientras estaban expuestos al olor del lince, pero redujeron su tiempo de paso.
Nuestros resultados contrastan con las respuestas reportadas previamente del ciervo  rojo al olor de un «predador a la carrera», el lobo (Canis lupus), donde sólo el comportamiento de vigilancia y de búsqueda de alimento cambiaron en respuesta al excremento de lobo, pero no el tiempo de paso.
Esto indica que los ungulados son capaces de reconocer el riesgo de depredación de los depredadores con diferentes modos de caza en base a las señales olfativas, y ajustar su comportamiento anti-depredador.