En los últimos meses, hay un aumento de la crispación ganadera en Ávila y Salamanca por la presencia del lobo allí. Si bien es cierto que están sufriendo ataques en su ganado, también es cierto que ninguna ganadería está haciendo nada por evitarlo, con la excepción de quejarse y solicitar más controles de individuos al ser el lobo especie protegida al sur del Río Duero.
Quizás los nuevos expertos en la gestión del lobo, es decir, el sindicato agrario Asaja, desconocen que la Junta de Castilla y León tiene a disposición de los ganaderos subvenciones destinadas a la defensa de su ganado, aunque también lo desconocerán porque el ámbito de su conocimiento se reduce al tema de la gestión del lobo y no de la ganadería en vista de sus declaraciones.
Tampoco deberá saber que en la Provincia de Salamanca, según datos oficiales de FEGA, hay 23.509 beneficiarios de las PAC, de los cuales, 656 pertenecen a la localidad de Ciudad de Rodrigo, y 309 a la localidad de Vitigudino, dos de las localidades más afectadas por ataques al ganado.
Es más, según esas misma fuente, en la Comarca de Abadengo, otras de las zonas supuestamente perjudicadas, se han percibido un montante total durante el año 2014, de 5.391.311 euros de subvenciones procedentes de la PAC.
Según manifiesta el sindicato agrario Asaja, la población del lobo ya no corre peligro en Salamanca porque se ha recuperado la especie, por ese motivo se ha de revisar su protección en esa zona y permitir su caza, aunque claro, el hecho de que la Junta de Castilla y León haya tardado 4 meses en dar muerte un lobo, no parece ser señal suficiente de que no es tanta esa recuperación.
El hecho de que tras la muerte de ese lobo, no hayan disminuido los ataques a la ganadería, tampoco parece ser un motivo para pensar que quizás la solución no está en pedir la muerte de un animal protegido por normativa europea, sino en quizás pensar en fórmulas para proteger el ganado como hacen otras tantas ganaderías que llevan coexistiendo con el lobo desde siempre.
Igualmente, hoy se reunían los representantes de Asaja con el Consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León (Juan Carlos Suárez-Quiñones), y de ahí no saldrá nada bueno para los lobos.
Pero parece que finalmente se seguirán subvencionando «vagos» con el dinero público.