No es que antes no hubiera ya una guerra contra el lobo, no nos vamos a engañar ahora, es que antes trataban de camuflarla y encubrirla.
Este pistoletazo de salida lo ha dado una de las pocas comunidades que parecÃa tener o contemplar una buena gestión del lobo, una comunidad que se vende a Europa como «ParaÃso Natural», pero como podemos ver, Asturias ha cambiado lo «Natural», por lo ganadero.
Por lo visto, ahora pretenden hacernos creer que en Asturias las 36 manadas de lobos que se estiman que hay, son capaces de matar ellas solitas a 3.500 cabezas de ganado «anuales», o dicho de otra manera, que según nos cuentan, los lobos matan una media de 9`58 cabezas al dÃa, dicha cifra no hace otra cosa que poner de manifiesto la insólita capacidad de los ganaderos para defender su ganado, o dicha de otra forma, la pésima forma que tiene de atender su negocio.
Son datos que como poco sorprenden, cuando en todo el Parque Nacional de Picos de Europa, sobre 18000 cabezas de ganado que hay pastoreando allÃ, sin medida de protección alguna contra depredadores, en lo que llevamos de año, según datos oficiales del propio Parque Nacional, no llegan a las 60 cabezas de ganado.
Sorprende más, cuando la medida optada por el Principado es de «extraer» unos 90 ejemplares. Extraer, que palabra tan peculiar, cuando lo que realmente se deberÃa usar MATAR a esos 90 ejemplares. O quizás cambiarla por ERRADICAR, ya que estamos hablando de que esa medida afectarÃa a más del 40% de la población de lobos que tenemos allÃ, y sin sumarle, la gran cantidad de lobos que mueren de forma ilegal, datos que parece ser nunca se contemplan a la hora de ver a cuantos lobos se ha de matar.
El problema, como ya hemos repetido hasta la saciedad, es que matar mas lobos, no es la solución, porque además está demostrado que no tiene una relación real con los ataques al ganado. El problema real con los ataques al ganado es que no se toman las medidas de protección suficientes (me cansa decirlo también ya), ya que no solo los lobos representan un peligro contra el ganado, también lo son sus primos, los perros, los que más daño provocan al ganado.
A esto debemos sumarle otro problema más, los buitres empiezan a mostrar cambios en sus hábitos alimentarios, mostrando comportamientos impropios de la especie, ya que ahora depredan también sobre los propios animales y no se limitan a la carroña.
¿A que es debido esto? Uno de los principales problemas es que, a pesar de levantarse la prohibición de dejar a los animales muertos, que se impuso tras los casos de las «vacas locas», ninguna Comunidad Autónoma ha contemplado aún quitar dicha prohibición. Supongo que no tendrán tiempo de realizar la gestión y estarán ocupados en otros menesteres ajenos a su labor. No vamos a hablar ni relatar lo importante que serÃa volver a dejar los animales muertos, ni de su aprovechamiento ecológico.
Pero el problema real no es este, el problema real es que los ganaderos continúan con su actitud negligente y oposición constante a proteger su ganado de la presencia de depredadores, y las Administraciones Públicas además, tampoco paga las indemnizaciones. El Gobierno asturiano les adeuda todavÃa 314.700 euros del año pasado y 487.449 de 2012 como indemnización por los daños sufridos. Y esto es intolerable, porque a la desesperación del ganadero por la pérdida de su ganado, se suma el retraso de las indemnizaciones que no llegan. Toda esta presión es lo que está llevando que el Gobierno asturiano a tomar la pésima decisión de matar más lobos, no como remedio a los ataques, sino para poder sortear la presión de los ganaderos.
Y lo peor es que en el «Paraiso Natural» de Asturias dejaremos de ver una estampa como esta:
Dejaremos de escuchar el «aullido del lobo», para encontrarnos con una imagen como esta:
Y escucharemos en cambio el sonido de los rifles que va matando a los lobos.