De los lobos al sur del Duero y sus excepciones en los controles de población «habituales»

Hace ya casi tres años, viendo como desde la Junta de Castilla y León se autorizaban los denominados controles de población del lobo al sur del río Duero, en donde es especie estrictamente protegida, sin cumplir con los requisitos que establece la Directiva de Hábitats europea, nos embarcamos en un lento proceso para frenar dichos controles, pues los individuos al sur del río Duero (y los del norte también) son claves para la recolonización de la especie en aquellas áreas de las que fue exterminada en tiempos pasados.

Durante esos casi tres años, hemos interpuesto cuatro recursos de alzada (que no hemos podido atender vía judicial por falta de fondos) y hemos denunciado los hechos ante la Fiscalía Superior de Medio Ambiente (cuya investigación sigue en marcha), con la ayuda de ASCEL.

Este continuo y duro trabajo nos ha llevado incluso a estar bloqueados por la la Dirección General del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, que durante todo el año 2016 nos ha negado información entorno a los 8 ejemplares muertos al sur del río Duero en el año 2016. Hechos que tuvimos que poner en conocimiento tanto en la Fiscalía Superior de Medio Ambiente, como en la Fiscalía Territorial de Valladolid (mediante denuncia que fue archivada porque contra todo pronóstico, entendía el Fiscal que nosotros no estábamos sujetos a los derechos de la LEY 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente, y a la LEY 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno).

Mientras tanto, hemos estado viendo como los responsables políticos, no solo no se esfuerzan por realizar sus políticas dentro de la legalidad vigente, sino que se mal amparan en las excepciones para intensificar las muertes de lobos al sur del río Duero, escudándose en la compatibilidad con la actividad ganadera, sin atender a lo que esas ganaderías necesitan realmente, evitar bajas causadas por depredadores.

A pesar de las trabas administrativas y judiciales, de la escasez de recursos propios, no nos rendiremos jamás, pues estamos comprometidos con la conservación de nuestra fauna salvaje, de la que el lobo forma parte.


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