Para los naturalistas y conservacionistas ver documentales de fauna es siempre placer, sobre todo cuando se trata de animales atávicos como el oso, o el lobo, con el misticismo que rodea a estas especies y la dificultad que entraña verlos en el medio natural en donde se desenvuelven.
Generalmente acudimos a los documentales rodados en Yellostone, que tras reintroducir al lobo en el Parque Nacional,  aprovecharon para favorecer investigaciones sobre este cánido, siendo allà donde existe la mayor parte de documentales sobre lobos y sus relaciones con los osos:
 Las relaciones entre estos dos superdepredadores son intensas y mantienen un equilibrio de poder en sus encuentros.
En España tenemos la suerte de contar con estas especies, mal que le pesen a algunos, pero dada la parsimonia de las Administraciones en su interés de dar conocer estas especies en su entorno natural, a todo lo más que podemos aspirar es a verlos en un zoo, condenados a vivir en cautividad como meras atracciones turÃsticas, como son los casos de la osa Molina  o el de los Lobeznos «Paco y Tolo» , que toman el nombre de las osas que preceden a Molina, Paca y Tola en esa injusta vida de cautividad. Y eso es si tenemos suerte, porque la gran mayorÃa de veces los vemos muertos, como son los recientes casos de los osos Quiros , Balou , o el hallado muerto en Rabanal de Arriba,  León , todos ellos vÃctimas, supuestamente, del furtivismo, a pesar de ser especies protegidas. De los lobos, aún peor, porque entre las batidas autorizadas legalmente y los actos de furtivismo, nos encontramos con cifras aún peores, sobre todo ahora que las administraciones están realizando batidas en plena época de crÃa, algo ilegal pero que les da igual, y que explican la procedencia de los citados lobeznos «Paco y Tolo».
Pero a primeros de junio, nos hemos visto sorprendidos por un sorprenden vÃdeo realizado por el  Fotógrafo Francés Eric Poussin, el pasado dÃa 04 de junio de 2014, cuyas imágenes fueron cedidas a la Fundación Oso Pardo (FOP) en donde por primera vez podÃamos contemplar aquello que solo habÃamos podido ver en Yellowstone, la interacción entre osos y lobos, pero la diferencia es que en esta ocasión, se trataba de España, en concreto, en Somiedo, Asturias.
Más impresionante aún si tenemos en cuenta el acoso que sufren ambas especies en nuestra,  tanto por las Administraciones, por los sectores ganaderos y cinegéticos, como el de la Propia prensa, que ha tardado en hacerse eco de este vÃdeo, a pesar del constante machaque que estas especies sufren por su acoso, como se acredita en la ya citada tesis de  Alberto Fernández Gil, en donde se demuestra que las batidas autorizadas de lobos no van en función a los daños ocasionados, sino en función de donde la prensa más incida en mostrar noticias de ataques.
Mientras la mayoria nos maravillamos viendo estas imágenes, los supuestos artÃfices del ParaÃso Pastizal  Asturiano, dejan comentarios del tipo
Quienes deberÃan mostrarse orgullosos del patrimonio natural que conservan son los que más obstáculos ponen en la conservación de estas joyas de la Naturaleza, claves en los mantenimientos de los ecosistemas de los que dependemos todos, hasta ellos, y lo dejan patente